El electrodiagnóstico incluye: Electroencefalografía,
electromiografía, potenciales provocados por estimulación sensorial (espinales
y cerebrales), registro de potenciales de acción de un nervio-conducción
nerviosa y electrorretinograma. Todos ellos tienen alguna relación con los
escritos de Galvani en 1791.1 Richard Caton en 1875, fue el primero en
descubrir el EEG y detectar el cambio en el potencial provocado por estimulación
visual y su aplicación a la localización cortical. El electrodiagnóstico se ha
diversificado y ampliado enormemente, gracias a los equipos computarizados que
utilizan conversión analógica-digital.
ELECTROENCEFALOGRAMA
El electroencefalograma de rutina es un indicador
diagnóstico con una excelente especificidad (> 95%) pero baja sensibilidad
(< 50%). El electroencefalograma es un registro de la actividad cortical,
sin embargo, no es un reflejo directo del marcapaso de esta actividad, esto se
debe a la gran cantidad de sinapsis involucradas desde el marcapaso hasta la
actividad cortical más superficial.
El análisis cuantitativo (digital) del electroencefalograma
se ha llamado «mapeo cerebral» ha evolucionado gradualmente durante los últimos
30 años. No es un indicador diagnóstico adecuado para el estudio de crisis
convulsivas. Sí se ha comprobado la correlación significativa de cambios
cuantitativos específicos con entidades tales como demencia, esquizofrenia y
depresión.4,5 En niños se han descrito cambios cuantitativos con trastorno de
déficit de atención (TDA) y algunos otros trastornos de aprendizaje. Sin
embargo, no se ha determinado si estos cambios son factores causales de los
trastornos.
ELECTROMIOGRAFÍA Y ESTUDIOS DE CONDUCCIÓN NERVIOSA
Comúnmente se refiere como «electromiografía» al conjunto de
dos estudios: electromiografía y estudios de conducción nerviosa. Sin embargo,
estos dos estudios son absolutamente distintos. Por otro lado, a diferencia del
electroencefalograma, no existe una electromiografía ni estudio de conducción
nerviosa de rutina. Para realizar electromiografía y estudio de conducción
nerviosa, debe delimitarse claramente el área anatómica que se va a estudiar
ELECTROMIOGRAFÍA
Registro de la actividad
muscular (actividad eléctrica) mediante electrodos de aguja (existen diversos
tipos) que se insertan en el vientre del músculo. Dependiendo del tamaño del
músculo, pueden ser necesarias de una a 5 inserciones para obtener
adecuadamente el registro. Se divide en: Registro de actividad insercional
(causada por la inserción del electrodo de aguja), registro de actividad
espontánea (en reposo), registro de actividad motora. En reposo, la actividad
espontánea normal de un músculo es de «silencio eléctrico». Para poder
registrar esta actividad espontánea, es necesario esperar hasta que cese la
actividad insercional debida a la estimulación mecánica o lesión de las fibras
musculares por la introducción del electrodo. Cuando existe denervación,
después de 2 a 3 semanas, aparecen potenciales anormales: fibrilaciones y ondas
positivas agudas. Las fibrilaciones ocasionales son una variante no patológica.
Cuando las fibrilaciones aparecen en forma rítmica y
constante, su génesis está relacionada con oscilaciones del potencial de
membrana en reposo de las fibras del músculo esquelético denervadas. Las ondas
positivas agudas son muy similares a las fibrilaciones, aunque con polaridad
distinta y algunas variaciones leves en amplitud y duración. Las
fasciculaciones aparecen anormalmente durante el reposo de un músculo, sus
dimensiones son similares a los potenciales de acción de unidad motora, se han
atribuido a la activación espontánea de fibras musculares de unidades motoras
individuales. Pueden aparecer de manera esporádica en músculos normales, sin
embargo, aparecen de manera constante en pacientes que cursan con denervación
crónica, especialmente debida a patología de la médula espinal. La presencia de
fasciculaciones diseminadas en tres áreas anatómicas independientes es
característica de enfermedades de neurona motora, tales como la esclerosis
lateral amiotrófica o la esclerosis múltiple. Durante la actividad motora que
se genera por contracción muscular voluntaria aparecen potenciales de acción de
unidad motora.
A estos potenciales se les estudia su morfología, amplitud,
frecuencia y número. Cuando un músculo se contrae levemente, unas cuantas de
sus unidades motoras comienzan a disparar a baja frecuencia. A medida que la
fuerza de contracción se incrementa, la frecuencia de disparo de estas unidades
activas se incrementa hasta que llega a una cierta frecuencia cuando se
«reclutan» unidades adicionales. Cuando existe una miopatía,
característicamente aparecen potenciales «miopáticos», son potenciales
polifásicos de baja amplitud. Cuando existe denervación, aparecen potenciales
de acción de unidad motora de gran amplitud, polifásicos y su número y
frecuencia se reducen significativamente. Esta reducción en frecuencia y número
se denomina reclutamiento disminuido.
Actualmente, los
equipos digitales permiten realizar análisis cuantitativo de la
electromiografía, este análisis añade objetividad al análisis visual.7 Otra
utilidad de la electromiografía es el estudio de músculos faríngeos, debe
utilizarse anestesia local de la faringe aplicada mediante «spray». Se utilizan
electrodos de aguja de «gancho de alambre» desechables, los electrodos se
pueden insertar oralmente bajo visión directa de los vientres musculares.
Mediante videonasofaringoscopia se puede verificar la posición de los
electrodos, especialmente durante el movimiento, ya sea durante deglución o
durante el habla. Se pueden estudiar el elevador del velo del paladar, el
constrictor superior de la faringe y los músculos palatofaríngeos, incluidos en
los pilares posteriores del istmo de las fauces. Para el registro, el
aislamiento de los electrodos debe removerse en la punta (aproximadamente 1
mm). Estos electrodos están situados en el lumen de una aguja hipodérmica, de
tal manera que las porciones sin aislamiento se extiendan más allá de la punta,
estos extremos salientes están doblados para formar un «gancho». Al colocar la
aguja en el músculo y retirar la hipodérmica, los «ganchos» quedan fijos en los
músculos. Estos electrodos son muy confortables, ya que pueden mantenerse en
posición durante la deglución y habla. Los electrodos están hechos de acero
inoxidable con un diámetro aislado de 50 um.
Se utilizan agujas
hipodérmicas calibre 25. La electromiografía de faringe es útil en casos de
enfermedad de neurona motora que afecte la faringe, y han probado ser
especialmente útiles en el estudio de pacientes con fisuras de paladar
secundario que han sido sometidos a cirugía velofaríngea.8 El mismo tipo de
electrodo puede utilizarse también en la laringe en algunos casos
seleccionados, ya que para su inserción es necesario realizar laringoscopia
directa o bien videonasolaringoscopia, manipulando los electrodos con pinzas
laríngeas. Para fines clínicos de rutina, pueden utilizarse electrodos de
superficie sobre la piel. Con electrodos de superficie puede registrarse
fácilmente la actividad del cricotiroideo durante la fonación. Indirectamente
también puede registrarse la actividad de otros músculos intrínsecos durante la
fonación, sin embargo, sólo puede aislarse la actividad del lado derecho o del
lado izquierdo, no pueden hacerse mayores especificaciones de registro. En la
práctica clínica diaria también puede utilizarse el estudio del músculo
tiroaritenoideo, este músculo puede abordarse mediante punción entre el cartílago
cricoides y el cartílago tiroides, dirigiendo la aguja ligeramente hacia arriba
y siguiendo la disposición anatómica del músculo, ya sea del lado derecho o del
lado izquierdo.
La electromiografía
de laringe es útil en casos de paresia de cuerda vocal, en casos de enfermedad
de neurona motora que afecte la laringe, miopatías que estén involucrando
músculos laríngeos o bien luxación de cartílago aritenoides en la cual se
observa limitación de movilidad de una cuerda vocal pero la electromiografía
demuestra actividad muscular adecuada
No hay comentarios:
Publicar un comentario